He escuchado al destino
hablar con tétrico acento
y voz ronca.
Ha pasado tanto
que me he olvidado de sonreír.
Nunca más.
El tacto de la arena
o la tranquilizadora
sonrisa de las buenas noches.
Hemos emergido
de las inmundas cloacas
para decender
a la ciudad de los hipócritas.
La dulce tierra
donde la obscuridad es un crimen.
O alguna enfermedad.
Tal vez
algunos voltios
me vendrían bien.
hablar con tétrico acento
y voz ronca.
Ha pasado tanto
que me he olvidado de sonreír.
Nunca más.
El tacto de la arena
o la tranquilizadora
sonrisa de las buenas noches.
Hemos emergido
de las inmundas cloacas
para decender
a la ciudad de los hipócritas.
La dulce tierra
donde la obscuridad es un crimen.
O alguna enfermedad.
Tal vez
algunos voltios
me vendrían bien.
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