domingo, 26 de agosto de 2018

Caído.

Desgraciado malaventurado
que entre tumultuosos vagones
escondes la sonrisa asesina.

Me arrastro entre los huesos
cual carroñero siniestro
de diente afilado.

Como algún depredador
o presa ilusa...

Descarrilado
encontré
un poco más.

El tesoro que el alba oculta
pero el el tercer ojo
puede observar.

Acogido por las sombras
entre charcos de pasado y tristeza.
Simple recordatorio
de la debilidad.

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