domingo, 12 de agosto de 2018

Lo que sea.

No hay opciones en el valle
de las lágrimas etéreas
sólo hay lugar
para muertos del alma.

Arrastrarnos
entre trozos de carroña.

Escondamos las dolientes
silenciosas tragedias
entre la neblina del tiempo
y el abismo que reina.

Tras los gigantes
del horizonte.

El corazón maldito por fin
ha visto las llamas del infierno
y le gustaron...
Que más queda en el trayecto
que intentar aliviar el vacío.

Aunque sea con dolor.

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