sábado, 19 de mayo de 2018

Mal día.

Me estremecía
el crepúsculo bastardo había llegado
y yo simplemente no estaba despierto.

Los largos y delgados dedos de la muerte
la sonrisa engañosa
y la mirada abisal.

Es una vieja memoria perdída
solo eso una alucinación
otro terror.

Siempre cazando mi escensia
robar mi vida
y tomar mi nefasta sangre.

Exhalando los vientos de la perversidad
trata de tocar mi mano
se lleva un pedazo de mi alma.

Me vuelvo carroña photofobica
veneno del Averno
un lamento triste y sórdido.


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