Cae la noche
de nuevo la obscuridad emerge
mas la amarilla corteza
hace que los demonios se aparten.
Es una noche tranquila
casi extraño las pesadillas.
Los aullidos
relámpagos y gritos nocturnos
parecen tan lejanos ahora
aunque sea por este instante.
Distante paraíso negado
sueño ante uno que otro despertar.
Puedo sentir
por un segundo el dulce canto
la musa del sur canta.
¿Será su voz apasiguadora
la que calme el dolor?
Me llama...
debo llegar.
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