lunes, 7 de enero de 2019

Un poco muerto por dentro.

Cruzar por desiertos helados
hasta encontrar
aquello
por lo que vale la pena
sacrificarlo todo.

Desgarrar el alma
es sólo otro paso.

Oculto mi pasos
de las bestias
que habitan
en sombras perpetuas.

Siempre he sabido
que la historia no ha terminado.

No será hasta
que encuentre la llave
de mi leyenda
que mi vida
cobrará sentido.

Sólo entonces
caminaremos juntos
hacia lo que
podríamos llamar
felicidad.


Te conozco.

He visto tu nombre
en alguna pesadilla
distante e irreal.

Sin embargo estás aquí.

No puedo decir
exactamente
donde o cuando
Pero te conozco.

Pareces tan familiar
como si te hubiera conocido
desde hace demasiado tiempo.

Dime si es que
sabes algo.

Lo cierto es que no puedo recordar
demasiadas cosas de mi vida.

Dime tu nombre
y como es que terminé
arruinando
mi vida entera.

domingo, 6 de enero de 2019

Sálvame.

Se acaba el tiempo
he sentido quebrarse
algo en mi.

No demores en llevarme
a tu lado.

Pues en estas
tétricas tierras 
la sanación
es un placer inalcanzable 

Daría lo que fuera curar
estas negras heridas.

Solamente di
aquellas dos palabras
que bien
hemos de conocer.

Tal vez mañana 
sea demasiado tarde.

Para dejar atrás
todo aquello con lo que
me he condenado.

Y volver a perdernos
en el horizonte.

Fulgor negro.

Es curioso decir
que el mas brillante destello
en la obscuridad

Era precisamente
el fulgor
en los piadosos ojos
de la pantera.

Puedo llenar mis recuerdos
de la mas hermosa luz
pues estoy satisfecho.

No importa
que tan obscuro y frío
se vuelva mi camino.
Nunca mas.

Volveré a perderme
en la neblina
el ruido y la confusión.

Pues nunca mas
volveré
a estar solo.

Se ha ido.

Una sombra
se ha marchado
para siempre
ahora estoy.

Simplemente... devastado.

No volveré a ver
su silueta
correr de aquí a allá
ni volveré a escuchar
el rugido
de la hermosa penumbra.

Se ha marchado
para siempre.
Y ahora
me he quedado solo.

Acompañado únicamente
por la desolación.

sábado, 5 de enero de 2019

Hombre máquina.

Ayúdame a entender
como es que terminé
cambiando
mi carne
por
frío acero.

Espero agonizante
a que el viento
vuelva a soplar.

Cansado de este juego
me he decidido a vagar sin rumbo.

Esperando llegar al olvido
y perderme por siempre
en los vientos
de los
malos presagios.

Pierdo la mirada
en el horizonte de la roja sangre.

Y pretendo tomar
un nuevo camino.

Paso a paso
hasta que mis piernas no puedan más
y el corazón
pida clemencia.

Soñé.

Invoqué al pasado
para encontrar
en tu rostro
mi más grande derrota.

Desde el claro de luna
contemplo la dicha
de un mundo perfecto.

Lejos de la suerte maldita
y el alma corrupta.

Al caer el velo
de las mil sombras
me encuentro
el que tesoro que Dios
me negó.

Y al caer en el sueño eterno.
Al saborear la calidez
de los momentos perdidos.

Me he de encontrar
entonces
en mi hogar.