sábado, 5 de enero de 2019

Soñé.

Invoqué al pasado
para encontrar
en tu rostro
mi más grande derrota.

Desde el claro de luna
contemplo la dicha
de un mundo perfecto.

Lejos de la suerte maldita
y el alma corrupta.

Al caer el velo
de las mil sombras
me encuentro
el que tesoro que Dios
me negó.

Y al caer en el sueño eterno.
Al saborear la calidez
de los momentos perdidos.

Me he de encontrar
entonces
en mi hogar.

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