Puedes odiarme
todo lo que quieras.
No me importa.
verte sufrir me satisface.
Miramos los espejos
que incandescentes y mezquinos
arrojan blasfemias..
Escucho tu voz
volviendo a cambiar.
Es bueno saber
que puedes llegar
a ser útil.
Ahora da media vuelta
y no te detengas, jamás.
Ahora suéltame.
No necesito la ayuda de bastardos
como tu.
Sí que los conozco
realmente bien.
Al menos pude
arrastrarte al mismo infierno
del que he salido.
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