miércoles, 4 de diciembre de 2019

Al borde del lago.

Sé que no merezco
que vuelvas a nombrarme
ni a encaminar
tu mirada
hacia a mi.

Sólo se trata
de otra noche perdida
en un delirio.

Lo que sea para despertar
embrujado por el rencor
y el odio más puro.

Dejaré todo esto atrás
y sacrificaré lo que sea
para mantenerme lejos
del resplandor y el estruendo
de la ciudad.

Levanta la mano
si es que después de todo
sigues pensando en mi.

Prometo que esta vez
no te volveré a despreciar
si es que quieres acercarte.

Tomaremos el viejo tren
que solíamos tomar
en los días dorados
y fingiremos que
nada ha pasado.

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