viernes, 20 de diciembre de 2019

Era inevitable.

Sé bastante bien
que el olvido
por fin ha borrado
cada uno de mis errores.

Dime entonces:
¿A donde se han ido
los buenos momentos?

Si acaso no
han desaparecido
en el fondo
de una botella.

O si acaso alguna
llamarada errante y caótica
te hace palidecer.

Puedo escucharte
durante toda la noche
llorar sin control
pero nunca volveré.

Me tiene sin cuidado
todo lo que puedas
decir o pensar de mi.

Sólo debo mantenerme
perdido en la distancia
y al anochecer
escaparé.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario