Sólo fluye.

Puedes restregarme tu ego
todo lo que quieras.
La verdad no me importa.

Eres demasiado joven
como para comprender
las razones por las cuales
odio los juegos de poder.

No necesito ser adorado
y tampoco necesito
tu asquerosa aprobación.

Tus palabras
suenan tan huecas
que palidezco
cada vez que lanzas
tu opinión.

Nunca podré arrepentirme
de todo lo que he hecho
y tampoco quiero hacerlo.

Mirarme directo a los ojos.
Podrás ver que hay algo roto
en lo más profundo de mi
pero siempre estaré satisfecho.

Incluso cuando mis pecados
me alejaron de lo único
que le daba sentido a mi vida.