Desde siempre lo supe.
Sólo los demonios
poseen aquel peculiar
hedor a azufre.
E incluso sabiéndolo
te entregué mi cabeza
en bandeja de plata.
Sabes bien cuanto deseo
encontrar el eterno descanso
y lo que estoy dispuesto a hacer.
No soy más que un suicida
enamorado del abismo eterno
esperando con ansias
volver a la obscuridad.
Así que estruja mi alma
y arranca mi corazón
antes de que sea tarde.
No puedo prometerte
que al ver la luna llena
sabre reconocer tu esencia.
Sólo los demonios
poseen aquel peculiar
hedor a azufre.
E incluso sabiéndolo
te entregué mi cabeza
en bandeja de plata.
Sabes bien cuanto deseo
encontrar el eterno descanso
y lo que estoy dispuesto a hacer.
No soy más que un suicida
enamorado del abismo eterno
esperando con ansias
volver a la obscuridad.
Así que estruja mi alma
y arranca mi corazón
antes de que sea tarde.
No puedo prometerte
que al ver la luna llena
sabre reconocer tu esencia.
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