domingo, 19 de mayo de 2019

No tardes.

Desde siempre lo supe.
Sólo los demonios
poseen aquel peculiar
hedor a azufre.

E incluso sabiéndolo
te entregué mi cabeza
en bandeja de plata.

Sabes bien cuanto deseo
encontrar el eterno descanso
y lo que estoy dispuesto a hacer.

No soy más que un suicida
enamorado del abismo eterno
esperando con ansias
volver a la obscuridad.

Así que estruja mi alma
y arranca mi corazón
antes de que sea tarde.

No puedo prometerte
que al ver la luna llena
sabre reconocer tu esencia.

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