martes, 7 de mayo de 2019

La muerte puede esperar.

Una enfermiza obsesión
me mantiene despierto
hasta ver salir el sol.

Creo haberme convertido
en un deambulaste diurno
arrastrándose
bajo la luz de la luna.

Ne he enamorado
de las estrellas
que resplandecen
sobre el silencio
de la obscuridad.

La obscuridad es ahora
mi mejor amiga
y el sol un veneno letal.

Soy un suicida cautivado
por el fulgor nocturno
la única razón
para mantenerme con vida.

De momento sólo quiero
estar lo suficientemente vivo
como para presenciar
el resplandor celestial.

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