Alma sepultada en concreto
extiendes tus brazos desde el techo de mi habitación
Golpean mi pecho
arrancan pulmones
manosean mi cerebro.
Tu pena o mi culpa a estas alturas no sé la diferencia
pero detente, déjame dormir.
Las mañanas son mejores
para tratar de destruir
morir y renacer.
Beberemos sangre
a las tres en punto un ancestral brindis, una ofrenda de paz
No hay comentarios.:
Publicar un comentario