jueves, 17 de septiembre de 2020

Arrastrado.

Si tan sólo
pudieras ver
cuanto
he perdido.

Y que tanto
me duele
cada segundo.

Lejos del sol.

Es cierto
que estoy
devastado 
y moribundo.

A pesar
de mis
imperdonables
pecados..

Extiende
tus manos.

Sólo
tu aliento
envenenado
alimenta
mis anhelos.

Te convertiste
en mi razón
para vivir.

Lejos
de poder
acechar
el resplandor 
viviente
que termina
por palidecer.

Una vez más
necesito ver
tu dulce figura
recorriendo
mi mente.

Tan sólo
para volver
a permitirme
respirar.

Y es que
me encuentro
tan perdido
que el cielo
no parece
el limite.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario