seguir existiendo cual
terrible sueño incidente
en noches de soledad.
¿Acaso recuerdas como
solíamos ocultarnos
de las miradas indiscretas
que siempre me vieron cual escoria?
¡Oh! Quería.
Ahora puedo
tomar este par de dedos
y hacerlo callar.
Hice de mi más grande debilidad
mi verdadera virtud
y tan sólo necesité ver directo
a los ojos del abismo.
Nunca podré olvidar
el resplandor etéreo
de tu sonrisa al despedirte
por siempre de mi.
Tan sólo un instante
marcó el decenos a la locura
y el entendimiento de las formas
que la obscuridad revela.
Dispuesto a dejar la vida
en las manos del tiempo
y olvidarme por siempre
de lo que el mundo grita.
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