lunes, 1 de junio de 2020

Psicótico.

Me miraste aterrorizada
como si fuera yo algún monstruo
dispuesto a devorar tu carne
pero no sin antes
corromper tu dulce alma.

Lo único que hice fue decirte
que había sido de mi vida.

Aquello de lo que me acusaban
y la verdad que terminó
siendo revelada ante mis ojos.

Quisiera pretender que
no esperaba aquella reacción
al menos por lo que sueles
decir con tanto orgullo
y una enorme sonrisa.

Intentas convencerme de que el mundo
puede llegar a ser hermoso.

Al llegar la hora maldita corres
sin importar que tu fuiste
quien quiso ver mi eterna herida.

Pudiste llegar a ver el final
de esta miserable existencia
y el último réquiem de mi vida.
Pudiste llegar a escucharme
hablar con la verdad.

No quiero sobrevivir
sin tenerte en mi mundo.

Mi palabra no tiene ningún valor.
No puedo estar orgulloso
pero al menos digo la verdad.

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