martes, 9 de junio de 2020

Cubre tus ojos.

Me gustaría poder
alimentarte con los tumores
que me hacen vomitar sangre
cada mañana.

Los ángeles estarían orgullosos
de tu soberbia e hipocresía.

Un cielo obscuro
y despejado, sin nubes ni estrellas
solamente frío y obscuridad.
Abismo y miasma.

Hemos roto los tabues
impuestos por el silencio.

Justo en aquel momento
en el que la luna dejó de ser sólo
un punto resplandeciente
y cobró vida.

Desde entonces puedo sentir
como es que me observa.

Al mismo tiempo
que una voz en la distancia
me recuerda que nunca
estaré solo.

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