viernes, 19 de junio de 2020

Necesito escucharte.

Sigues siendo
aquella ninfa
cuyas lágrimas
se cristalizan
antes de tocar el suelo
y romperse al tacto.

Hay un cierto
brillo oculto
a plena vista.

Que nadie
puede, ni debe
descubrir
o todo volverá
a derrumbarse.

Pues sólo
las tragedias
te acompañas.

Has azotado
mi existencia
e incluso ahora
sigo manteniendo
el único "por siempre"
que importa.

No será hasta
que pierda la vida
que podré descansar.

Este ciclo
en el que vivimos
donde el olvido
aunque momentáneo
es la mayor
bendición.

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