Arrulla mis sentidos
como solías hacerlo
en los prados lejanos
donde el cielo era azul.
Necesito escucharte
susurrando con nostalgia
y voz destrozada.
No puedo recordar
cuanto tiempo ha pasado
desde la última vez
en que pude estrechar
tus gélidas manos.
Dame una razón para
retomar mi cruzada
y estaré ahí al amanecer.
Estoy tan absolutamente
seguro de lo desdichado
que me he convertido
como para prometerlo.
Y es que no existe
nada en este plano
o en alguno distante
que pueda levantarme.
Que me haga retomar
el cruel aliento de vida
de manera espontanea.
Reclamemos los cimientos
de cánticos malditos
y cadáveres impolutos
cual composta viviente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario