Una arrogante escoria
levanta su voz arrogante
alardea de su ego
y todo aquello que supuestamente
lo convierte en un hombre de verdad.
No soy yo quien intenta
darle sentido a su existencia
pretendiendo ser algo más
que un simple estereotipo.
Pero nunca podrá ser tomado en serio
mientras sea tan evidente
que no puede soportar la idea
de no ser más que
una triste burla.
Casi puedo escucharlo
lamentar la desdicha
de tener que existir y saber
que en realidad no vale nada.
A pesar de tener todo aquello
que pueda desear estará por siempre
condenado a saber que nunca
logrará ser tan relevante como para
satisfacer la necesidad de vanagloria.
levanta su voz arrogante
alardea de su ego
y todo aquello que supuestamente
lo convierte en un hombre de verdad.
No soy yo quien intenta
darle sentido a su existencia
pretendiendo ser algo más
que un simple estereotipo.
Pero nunca podrá ser tomado en serio
mientras sea tan evidente
que no puede soportar la idea
de no ser más que
una triste burla.
Casi puedo escucharlo
lamentar la desdicha
de tener que existir y saber
que en realidad no vale nada.
A pesar de tener todo aquello
que pueda desear estará por siempre
condenado a saber que nunca
logrará ser tan relevante como para
satisfacer la necesidad de vanagloria.
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