jueves, 23 de enero de 2020

Dulce desdicha.

No deberías sorprenderte.
Te odio tanto como para
abrazar a la obscuridad
que condena eternamente.

No tengo más remedio
que claudicar esta eterna
búsqueda de libertad.

Tal como temía
me he encontrado
frente a la más obscura
de las verdades.

No sé como puedes
atreverte a mostrar
tu asqueroso rostro.

Después de haber
convertido mi vida en
una eterna cruzada
hacia el abismo.

Pues no hay nada peor
que incitar la muerte
de los sueños ajenos.

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