Escondido…
Oculto, piensa…
“¿Para qué moverme hoy?”
Sólo dile a Azrael
“Prefiero una espada en el pecho”
También pídele ser un poco cruel.
Abro los ojos. Ocultos
¿Escribirás algo sobre mí?
Te temo más a ti que a la muerte.
miércoles, 22 de noviembre de 2017
Linch
Dijiste que la caída no dolería.
Nunca dijiste
que yo
ardería por dentro.
No tomaré el control
No temerá a las sobras…
Ellas son yo.
Cuántos años han pasado
El momento adecuado para morir.
Sacude mis harapos
¡El show! ¡El juego!
¡Mi destruida campaña!
¡Nos espera tanta diversión!
Toma mi mano…
Nunca dijiste
que yo
ardería por dentro.
No tomaré el control
No temerá a las sobras…
Ellas son yo.
Cuántos años han pasado
El momento adecuado para morir.
Sacude mis harapos
¡El show! ¡El juego!
¡Mi destruida campaña!
¡Nos espera tanta diversión!
Toma mi mano…
Feliz
En lo más recóndito de aquel misterioso y extraño lugar donde las nubes grises y los cielos rojos, debo recordar, debo recordar… Todo se perdió, todo menos esta cadena de mierda.
El asqueroso bronce ata mi pierna ¡cómo desearía tener una segueta! Una sombra y una luz se asoman misteriosas, mientras qu el bailoteo de las chicas de onda y las prostitutas caras atormentan mi cerebro. “No me gusta inhalar, gracias ¿tendrías algún cigarrillo que me regales?” Digo mostrando una, una estúpida sonrisa, mientras aquellas simplemente ríen… “¡Basura detestable!” susurra gritando cubierto por aquella estruendosa y vomitiva música.
¡Rescátame! ¡Rescátame!
La peste humana me busca inclemente. Se reproduce y crece en mis entrañas. Alguien, apiádese de mí y queme de una vez. ¡Vamos todos al mismo infierno y vivamos junto con Satán! Que hemos de descender más, mucho más.
Obscura y mórbida, se acerca aquella figura inconsistente. Un demonio, un ángel o algún reptiliano. “¿Te puedo ayudar en algo?” Pregunté como el gentil caballero que finjo ser. “Suicídate, toma”. Puso un puñal en mis manos y se fue… misterioso.
…
Una o dos horas después veo a una mujer, vomita. Típico de estos lugares de mierda, la razón de ese hábito es lo importante en realidad. Mi propio cadáver.
Nunca. Nunca imaginé verme de esa forma. Muerto antes de los cuarenta, claro, pero… verme tan… feliz. Nunca.
Mi cuerpo reposaba sobre aquel asqueroso escusado. Con aquella, casi repugnante, pero hermosa sonrisa, se burlaba de los espectadores que con sus miserables corazones sensibles ante la demencia. Risas…
Sus siniestras risas rojas caían desde las puntas de las manos. Risas algo dementes surgían de sus brasas, riendo, riendo, riendo… El espectáculo principal, justo sobre la corbata. ¿El odio habrá sido tan grande como para desparramar carcajadas sobre toda la audiencia?
Al menos fue feliz, ¿No?
El asqueroso bronce ata mi pierna ¡cómo desearía tener una segueta! Una sombra y una luz se asoman misteriosas, mientras qu el bailoteo de las chicas de onda y las prostitutas caras atormentan mi cerebro. “No me gusta inhalar, gracias ¿tendrías algún cigarrillo que me regales?” Digo mostrando una, una estúpida sonrisa, mientras aquellas simplemente ríen… “¡Basura detestable!” susurra gritando cubierto por aquella estruendosa y vomitiva música.
¡Rescátame! ¡Rescátame!
La peste humana me busca inclemente. Se reproduce y crece en mis entrañas. Alguien, apiádese de mí y queme de una vez. ¡Vamos todos al mismo infierno y vivamos junto con Satán! Que hemos de descender más, mucho más.
Obscura y mórbida, se acerca aquella figura inconsistente. Un demonio, un ángel o algún reptiliano. “¿Te puedo ayudar en algo?” Pregunté como el gentil caballero que finjo ser. “Suicídate, toma”. Puso un puñal en mis manos y se fue… misterioso.
…
Una o dos horas después veo a una mujer, vomita. Típico de estos lugares de mierda, la razón de ese hábito es lo importante en realidad. Mi propio cadáver.
Nunca. Nunca imaginé verme de esa forma. Muerto antes de los cuarenta, claro, pero… verme tan… feliz. Nunca.
Mi cuerpo reposaba sobre aquel asqueroso escusado. Con aquella, casi repugnante, pero hermosa sonrisa, se burlaba de los espectadores que con sus miserables corazones sensibles ante la demencia. Risas…
Sus siniestras risas rojas caían desde las puntas de las manos. Risas algo dementes surgían de sus brasas, riendo, riendo, riendo… El espectáculo principal, justo sobre la corbata. ¿El odio habrá sido tan grande como para desparramar carcajadas sobre toda la audiencia?
Al menos fue feliz, ¿No?
Recuerda a los rayos de sol
Es justo, justo como escuché
“el tiempo es el adecuado…”
No siento dolor
No tengo frío
Bríndame una cobija
Y una plegaria…
Inútil, pero halagadora.
“El día es obscuro”
Mas nada de eso importa
Sé que los terrenos nocturnos
Se han quedado atrás.
Mis viejos tesoros han muerto
Y mi cuerpo se ha oxidado
Pero el tiempo…
“el tiempo es el adecuado…”
No siento dolor
No tengo frío
Bríndame una cobija
Y una plegaria…
Inútil, pero halagadora.
“El día es obscuro”
Mas nada de eso importa
Sé que los terrenos nocturnos
Se han quedado atrás.
Mis viejos tesoros han muerto
Y mi cuerpo se ha oxidado
Pero el tiempo…
Ciego
La vieja canción de Jeff Buckey
sí “Halelullah”.
Un significado
Secreto
Sucio
Morboso.
O tal vez un amor puro.
Neblina
Que fuertemente
Azota la tormenta.
Me guía al derretir
Córneas inútiles
Devastadas de llanto.
Sólo recuerdo
El dolor
De la ceguera.
Llama a la ambulancia
Para cuando lleguen
Estos viejos harapos
Habrán muerto.
Corta un mechón
De cabello y barba
Procura que nadie toque mis demonios.
sí “Halelullah”.
Un significado
Secreto
Sucio
Morboso.
O tal vez un amor puro.
Neblina
Que fuertemente
Azota la tormenta.
Me guía al derretir
Córneas inútiles
Devastadas de llanto.
Sólo recuerdo
El dolor
De la ceguera.
Llama a la ambulancia
Para cuando lleguen
Estos viejos harapos
Habrán muerto.
Corta un mechón
De cabello y barba
Procura que nadie toque mis demonios.
Arcángel
Innumerables ocasiones has de cruzar por mi mente. Día y noche. Día y noche. Tú que probaste no ser digna. Tú que demostraste ser una deshonra ante los ojos de Satán. Tú, querida escoria.
A pesar de las eternidades transcurridas en mi mente, sigue el viejo mantra… “Odio, Odio, Odio. No queda más”. Pregúntame si has de ser tú y sólo tú la dueña de esta alma tan, pero tan muerta y pútrida. Dañada por errores, caprichos y temores… Mas, amada mía, sólo es de tu propiedad.
Pero ten cuidado. Un alma dañada, atormentada y fúrica, siempre, siempre mostrará sus dientes. Alcanzará tu aorta y gota a gota lamerá tu vida y tu ser. Pues a la bestia, gran lobo cruel, con su hambre y su sed… has de alimentar mi bello, bello arcángel.
A pesar de las eternidades transcurridas en mi mente, sigue el viejo mantra… “Odio, Odio, Odio. No queda más”. Pregúntame si has de ser tú y sólo tú la dueña de esta alma tan, pero tan muerta y pútrida. Dañada por errores, caprichos y temores… Mas, amada mía, sólo es de tu propiedad.
Pero ten cuidado. Un alma dañada, atormentada y fúrica, siempre, siempre mostrará sus dientes. Alcanzará tu aorta y gota a gota lamerá tu vida y tu ser. Pues a la bestia, gran lobo cruel, con su hambre y su sed… has de alimentar mi bello, bello arcángel.
Pronto
Ven en sueños, hermano mío,
Engáñame y promete
“Pronto volveremos a vernos”
Siempre, siempre…
Tan vil
Tan despreciable
Tan parecido a mí.
Engáñame y promete
“Pronto volveremos a vernos”
Siempre, siempre…
Tan vil
Tan despreciable
Tan parecido a mí.
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