miércoles, 22 de noviembre de 2017

Arcángel

Innumerables ocasiones has de cruzar por mi mente. Día y noche. Día y noche. Tú que probaste no ser digna. Tú que demostraste ser una deshonra ante los ojos de Satán. Tú, querida escoria.

A pesar de las eternidades transcurridas en mi mente, sigue el viejo mantra… “Odio, Odio, Odio. No queda más”. Pregúntame si has de ser tú y sólo tú la dueña de esta alma tan, pero tan muerta y pútrida. Dañada por errores, caprichos y temores… Mas, amada mía, sólo es de tu propiedad.

Pero ten cuidado. Un alma dañada, atormentada y fúrica, siempre, siempre mostrará sus dientes. Alcanzará tu aorta y gota a gota lamerá tu vida y tu ser. Pues a la bestia, gran lobo cruel, con su hambre y su sed… has de alimentar mi bello, bello arcángel.

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