lunes, 22 de junio de 2020

Bastardo.

Caminamos entre
palabras necias
y rumores extraños
cada palabra
duele más que la anterior.

La manera en la que
mi respiración me hace
me hace sufrir.

Te preocupa demasiado.

Si a mi me parece justo
tener un horrible destino
no debería sorprenderte.
Intenté hacerte ver
cuanto te necesito.

Quisiera ser importante
lo suficiente para
hacer que todo comience.

Pero tan sólo soy yo.

Las luces lejanas
aúllan con su resplandor
pero no puedes escuchar
los gritos de la cuidad
del engaño y la fascinación.

Hasta que implores piedad
y al final decida
bendecirte con la muerte.

Sólo entonces, podrás olvidar.

Mis venas son un recipiente
para la inmundicia que envenena
déjame sanar tu heridas
y hacer otras nuevas.
El dolor te hará fuerte.

domingo, 21 de junio de 2020

Al terminar la noche.

No quiero ser enterrado
junto a tus restos
ni volverme uno contigo
en la eternidad.

A pesar de haber
sido mi mayor anhelo

Sólo puedo sentir odio
cada vez que me atrevo
a decir tu nombre
a media noche.

Cual pesadilla recurrente
vuelves a mi vida.

La espera es dolorosa
cruel y agobiante
pero sé que mi recompensa
viene en camino.

Corta mis alas.
Mastica mis huesos.

Mi único propósito
es alimentar tu psicosis
y entre delirantes gritos
recuperar tu alma.

Solamente tomaré
lo que me pertenece

Estoy demasiado viejo
como para perder el tiempo
siendo racional y pensar
en las consecuencias.

sábado, 20 de junio de 2020

Limosna.

Nunca estarás a salvo
mientras mis manos
sigan manchadas de sangre

Había olvidado como
se siente sonreír. sin ocultar
mis intenciones.

Hasta que me recordaste
todas las razones
para dejarme derribar.

Las ansias asesinas
que asedian mi cuerpo y alma
se hacen más fuertes.

El odio puede ser real
y la oportunidad perfecta
aparezca fugazmente.

Sin embargo no vales
lo suficiente como para que
sacrifique mi propia vida.

Incluso creo que liberarte
de tu prisión carnal sería
muy bondadoso de mi parte.

No tengo más remedio
que fingir que todo se ha perdido
y rezar por que me creas.

Después de todo sabes
que no me atrevería a matarte.
Mi más grande derrota.

viernes, 19 de junio de 2020

Necesito escucharte.

Sigues siendo
aquella ninfa
cuyas lágrimas
se cristalizan
antes de tocar el suelo
y romperse al tacto.

Hay un cierto
brillo oculto
a plena vista.

Que nadie
puede, ni debe
descubrir
o todo volverá
a derrumbarse.

Pues sólo
las tragedias
te acompañas.

Has azotado
mi existencia
e incluso ahora
sigo manteniendo
el único "por siempre"
que importa.

No será hasta
que pierda la vida
que podré descansar.

Este ciclo
en el que vivimos
donde el olvido
aunque momentáneo
es la mayor
bendición.

jueves, 18 de junio de 2020

17:64

Te encontré
llorando a cantaros
tumbada en la obscuridad.

De alguna manera logras
asfixiarte con tu propia respiración.

Intento secar tus lágrimas
pero mi mano sigue sin poder tocarte
y tu sin poder escucharme.

Sólo sé que no hay nada
que pueda hacer.

Tan sólo me queda
ahogar el recuerdo en odio
whisky y cigarrillos.

Esperando que las jaquecas
puedan al fin desaparecer.

Haré lo que sea con tal
de volver a contemplarte
en todo tu esplendor.

Justo como en los días perdidos
que el tiempo ha borrado.

Siempre has sido tu
a quien desprecio y necesito
con todo mi ser.

miércoles, 17 de junio de 2020

Mirada vacía.

Escuché como
fue que al final
terminaste
por caer.

Solías verme
como a una
vil escoria.

Pero ahora
luchas por dejar
de merecerte
el mismo desprecio.

El mundo solía
ser benévolo
solamente contigo.

Al final terminaste
por darme la razón
pero terminó siendo
demasiado tarde.

Puedes quemar
mis palabras
y promesas.

Antes de que
termine esta noche
volverás a ver
en tu interior.

El dolor punzante
que hace que las noches
sean eternas.

martes, 16 de junio de 2020

Blasfemia.

Debajo de la podredumbre viviente
y las hordas de carne fétida y muerta
termino encontrando al fin mi destino.

La vista se convierte en un terrible
recordatoria sobre mi mortalidad.
Sin embargo sigo sosteniendo
la tenue esperanza de que algo cambiará.

No hay nada que pueda hacer
tan sólo resignarme y morir en silencio
como el perro que siempre he sido.

Dónde sólo quedan penumbras
la realidad luce trastornada
y la brutalidad del silencio  se hace
cada vez más dolorosa e incidente.

El frío oxido de una daga
manchada con la sangre inmunda
que recorre en mi interior.

Me hace recordar los días de antaño
y a aquello que siempre ha habitado
en los confines de una promesa
deshonrada y rota.