y devora mi alma.
Sé que sigues siendo
demasiado joven cómo para
poder sobrevivir ante los malos viajes
a los que ésta vida me ha llegado a conducir.
Esclaviza mis sentidos pero no me dejes
volver a sentir la soledad que una vez
casi me consume por completo.
No quieres ver aquello
que se ha resignado a
guardar silencio.
Eres demasiado dulce cómo
para dejarte caer en este juego de mierda.
Las prostitutas suelen sonreír.
Tu puto orgullo no tiene
sentido alguno aquí.
No te dejes engañar
ahora más que nunca
necesito que recuerdes
tus sucios inicios.
Aquellos charcos hechos
con vómito de automóvil
y sus purulentos colores.
Lo que sea necesario
para poder clavarte
una estaca e el corazón
y librarme de tu malicia.
Y es que aún sigo
cargando tu aroma.
Puedes culparme por ser
demasiado ingenuo y estúpido
pero nunca por dejar
de amarte.
Imagen generada por IA
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