jueves, 14 de junio de 2018

Odio nocturno.

Tu sabes
cuando el resplandor
muestra su enorme sonrisa
                         y
                        la nuestra
una simple copia absurda.

Después de la décima campanada
el miedo salvaje aparece
en la boca de zafiro.

Quisiera saber a donde se fue el viejo yo
                     no encuentro mi nombre
          he buscado en todos lados
que creo haberme desvanecido.

El veneno de la sacerdotisa
dulce, embriagador
letal.

Esta condena de odio, siempre tan toxica
          las punzantes cadenas atan el alma
                           la verdad se ha revelado
                      es demasiado tarde para mi.

Rayo de sol.

Nausea matutina
desahogo maldito
de las noches vivas
cuando seducir a la muerte
parecía divertido.

Es una vida muy corta
casi puedo sentir el fuego eterno.

Canta Soledad
en las lunaticas
y frenéticas
trayectorias temporales
entre el sol y la dulce luna.


miércoles, 13 de junio de 2018

Regurgitar

La noche cultiva los peores recuerdos.
Esos romances que se encuentran enterrados como temores,
como si algún día la vida hubiera sido un sueño coqueto
Que se perdió en la inmensidad de la tragedia.
Evaporándose... Como el café de aquellas lluvias improvisadas.

Elección.

Escuché miles de voces hoy, querida.
En este ridículo andar de tiempo
los condenados tambalean

Estoy tan emocionado...

No hay que temer
yo merezco
este destino de mierda.

Es este insoportable frío lo que me hace gritar.

Me gusta enloquecer
esta penitencia espectral.
La bruja del este cuida de mi.

Es bueno tener a alguien.

Mi mente ha desaparecido
puedes tratar de no molestar.
No, no estoy triste.

57:90

En alguna noche
tal vez la más obscura
estaré justo ahí
donde pertenezco.

Trata de recordar
sin el crujir del alma.

Pueden pasar los inquietantes inviernos
las devastadoras tardes de Abril
e incluso una vida entera.
No importa si me llaman lunático.

El oro cobrizo espera.

El ajetreado camino de la vida
sólo con esa promesa
mortal y cálida.

martes, 12 de junio de 2018

Camina.

Deja atrás la obscuridad
la pesadilla ha terminado.
Al abrir los ojos
no recordarás mi rostro.

En este limbo de sombras
soy la toxina viviente.

Busca el sueño
canta al amanecer
siente el calor...
me he quedado demasiado atrás.

El terror de la cuerda floja
suplica terminar con todo.

Nunca vuelvas
no importan las heridas
es hora del olvido
los días de dulce lluvia.

Este malestar sombrio
esencia y tumba.

Lamento furtivo.

Es la sutil y deprimente mirada
el recuerdo de la rusalka.

No...
Ya no más, por favor.

Intenté acercar mi mano
demasiado tarde
la vida se había desvanecido
justo como el humo del cigarrillo.

Presencia maldita
recuerdo acosador.

Cada lamentable despertar
cada lágrima
cada sombra
cada cielo estrellado.

Siempre 
su omnipresente mirar
cargado del lamento
el eco de mi caída.