Es la sutil y deprimente mirada
el recuerdo de la rusalka.
No...
Ya no más, por favor.
Intenté acercar mi mano
demasiado tarde
la vida se había desvanecido
justo como el humo del cigarrillo.
Presencia maldita
recuerdo acosador.
cada lágrima
cada sombra
cada cielo estrellado.
Siempre
su omnipresente mirar
cargado del lamento
el eco de mi caída.
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