En alguna noche
tal vez la más obscura
estaré justo ahí
donde pertenezco.
Trata de recordar
sin el crujir del alma.
Pueden pasar los inquietantes inviernos
las devastadoras tardes de Abril
e incluso una vida entera.
No importa si me llaman lunático.
El oro cobrizo espera.
El ajetreado camino de la vida
sólo con esa promesa
mortal y cálida.
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