No fue hace mucho
cuando al borde
de la ebriedad
Besé los labios
de una musa taciturna.
Tan devastada
como para acercarse
a esta fuente
de pena y desgracia.
Demasiado miserable
como para acercarse.
Conozco mi suerte.
Aquella detestable
y odiosa bastarda.
sin embargo es todo
lo que de verdad merezco.
tuvieran consecuencias
lo suficientemente severas
tampoco puedo redimirme.
No tengo más opción que
volver a dejarme caer.
Tan sólo basta con dar
un par de pasos hacia adelante
y todo esto terminará.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario