miércoles, 7 de abril de 2021

Mal mesías.

Hemos nacido
para recorrer el infierno
entre lamentos y algarabía
de fulgores y tormentos.

A pesar de haberme perdido
en luces imaginarias
del humo disidente.

Tus convulsiones
nunca fueron importantes para mi
al igual que tu futuro
ni qué pudieras pensar.

Mis manos estarán
sobre tu cuello
por toda la eternidad.

Justo como en mis pesadillas
o en aquellos ratos frenéticos
A los que me someto
en busca de la verdad.

Aquellas únicas
dos putas palabras
que realmente importan.

Puedo escucharte
pero conozco muy buen a tu lengua
y los enormes vuelcos a la realidad
con los que suele contar.

No puedo confiar en ti
y sin embargo necesito
de este cáncer.

Por desgracia soy vulnerable
a la detestable condición humana
a la que estoy sujeto y de la cual
quiero escapar por siempre.

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