lunes, 15 de marzo de 2021

Crisálida II.

Un fugaz resplandor
de luz calcinante
purga las cicatrices.

Cientos y cientos
de heridas sangrantes
cubren este cuerpo inútil
drenando toda vida
que hubo en mi.

No tengo
más remedio
que sucumbir ante
la calidez
negada.

Desde aquel entonces
no he podido dejar
sanar las maldiciones.

Sin importar cuanto
deba prolongar el dolor
nunca desistiré
de esta cruzada.

Pues sólo
tus lamentos
pueden hacerme
despertar
por fin

Un sueño inquietante
me ha robado
innumerables insomnios.

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