Destruiste la conciencia
que en mi habitaba
y junto con ella todo lo que
alguna vez recordaba
ahora no recuerdo mi nombre.
si es que acaso puedo lograr
mi eterna ambición.
Pues en medio de noches
dónde la cordura
termina de quebrantarse
Puedo encontrar
mi verdadero destino.
Cuando al fin me convierta
en un despojo humano
sin oportunidad alguna de redimirse.
Habré de volver solamente
para reclamar la vida
de quien me terminó condenando
a una vil existencia
dentro de la densa penumbra.
El alquitrán recorre mis venas
al mismo tiempo que mi carne putrefacta
se levanta para recibirte.
A ti, qué has venido del fulgor
que yo he rechazado.
Al cual no pienso volver nunca
por más dolor que soporte
sólo la muerte me llevará a casa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario