Estoy muriendo.

Estaré presente
cuando las puertas del averno
se abran ante ti.

Pues el tártaro
será nuestro eterno hogar.

Es mi culpa.
Tuve que vender mi alma
tan sólo por tener
aquella pequeña oportunidad.

Este es el precio
que tengo que pagar
por haber estado
tan sólo por un momento
en tu vida.

Puedes pensar lo que quieras
pero a mi me pareció justo.

Tendremos toda la eternidad
para discutirlo una vez
que por fin te encuentres
tan profundo como yo.

Tus dulces palabras
no podrán salvarte esta vez.
Así como tampoco
los demás trucos
que puedas conocer.

Porque al dar media noche
la vida se desvanecerá.

Así que no
pierdas mi tiempo y evita
resistirte.