Gritos opacados.

Mi amor por ti
nunca fue suficiente
como para mantener
una mentira.

No me importa
si es que termino
de perderte.
Ya estoy agonizando.

Sólo importa alcanzar
los caminos
que llevan hacia Eternidad.

Siempre e caminado
con los ojos vendados.

Pero esa suerte ha terminado.

No habrá senderos
cuya niebla
que logre detenerme.

Pues esta vez
no tengo cadenas a mis pies
ni un alma
que pueda perder.

Sólo queda ira
y un enorme
deseo de venganza
justo ahí, donde solía habitar.

Todo lo bueno que una vez
hubo dentro de mi.