miércoles, 6 de febrero de 2019

Al despertar.

Perdóname por quebrar
el implícito voto de silencio
y decir tu nombre
perdido entre las luces de la ciudad.

Llévame a casa, Querida
No puedo soportarlo todo esto
necesito estar solo.

Levanta mi cuerpo del lodo 
y partamos a donde
hemos de mirarnos
por una última vez.

No me importa abandonarte
sacrificar mi vida
o negarme algo presido al destino.

Sé que nunca te he dado
razones para confiar en mi
y tampoco para merecer
este último favor.

Cual siniestra presencia. 
Soy un mal presagio
no pertenezco a los buenos tiempos.

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