[...] Estás parado frente al espejo de tu habitación, desnudo, recorriendo con tus ojos negros como aceituna, cada parte de ti; esos brazos escuálidos, ese cabello y vello tan negro que marea. "Uno siempre se mira distinto a como se ve en realidad"; recuerdas haber leído eso en alguna parte, pero ahora que más da, ya no importa, lo único que importa es que te has convertido en tu propio juez.
Decides salir de esa pocilga, y alcanzas a distinguir por el rabillo del ojo una sombra moviéndose, -Muy bien, al menos alguien se queda cuidándola- piensas, al mismo tiempo que cierras la estúpida puerta que no has reparado desde hace ya, varios meses.
Te encuentras caminando por la acera, oscura y tan silenciosa que trae paz y amargura al mismo tiempo, ya tienes la dirección, solo falta el automóvil, para el cual llevas más de media hora esperando a que pase el indicado. Cuando estás apunto de rendirte e ir a casa con ella ves pasar en la esquina un viejo Stratus color verde oscuro, no trae vidrios polarizados como te hubiera gustado, pero es mejor a dejar pasar otro día. Empiezas a caminar cojeando, no es necesario poner cara de sufrimiento porque al parecer, y según lo que te dijo ese idiota de Zimer, es la máscara que usas cada vez que sales de esa pocilga, procedes a hacer la seña de auxilio y das gracias de que el viejo en el auto te haya volteado a ver y se haya detenido a preguntarte si necesitas ayuda.
-Si, necesito que me lleven al hospital, acabo de fracturarme la pierna y no tengo nadie quien me lleve-
-Claro, suba. Lo dejaré en el hospital más cercano.-
Trepas al carro, piensas si es correcto atacar ahora o un poco más cercano al hospital; que más da si de todas maneras al pobre hombre no lo van a poder ayudar ni el hospital más caro del mundo. Tragas saliba, le pides que aparque porque sientes ganas de vomitar y antes de que pueda poner la palanca en manual, tu ya estás ahorcándolo con el cable que te recuerda a ella; pasas el cuerpo inerte pero todavía tibio del viejo a la parte trasera del auto y prosigues tu camino. [...]