martes, 16 de octubre de 2018

19:10

Al final de esta mentira
sólo importa la cicatriz
y la nueva herida.

Aún miro hacia el horizonte
esperando ver su silueta.

Dibujándose
en medio de la multitud
de masa viviente.

Desde las profundidades.

En la más fría
de estas noches desérticas
donde el viento
es verdugo.

Yo sé que merezco
ser borrado.

Después de todo
aquel mar de lágrimas
fue en vano.

Más nadie puede evitar
los caminos que el alma persigue.

Creo haber sido un cadáver
por demasiado tiempo.
Lo sé bien.
Es hora de despertar.

lunes, 15 de octubre de 2018

Termina...

Sin esperanza alguna
siempre siguiendo el curso
de esta pésima suerte.

Abatido por la inmensidad
de la grieta sangrante.

Toda mi vida he buscado
por lo alto y por lo bajo
una forma de llenar el vacío.

Y dejar de ser este despreciable
hombre de de carroña

Siempre deambulando
en cartas sin rostro
de enemigos imaginarios.

Sólo pesadillas y furias
rugiendo en mi cabeza.

He vuelto.

Esperando
desde mi obscura y fría
celda oculta
en la dimensión negativa.

Esperando el sonido
de las doceavas campanadas
y despertar.

Después de
fingir mi muerte.
Observé.
Después de todo
nunca importó.

En siniestra llamarada
junto al azufre infernal
que hace palidecer
a los débiles.

Un nuevo
demonio encarnado
está en casa
en tierra de hipócritas.

La mentira es sólo
otro juego de niños.
Del cual
estoy harto.

domingo, 14 de octubre de 2018

Guía para suicidarse sin manchar la almohada

                             I

El reloj me juzga desde su vaiven en la oscuridad.
La noche está más profunda que ayer, que siempre.
El oxígeno parece contado,
¿el tiempo realmente está pasando?
Muevo los dedos de vez en cuando para asegurarme que realmente no he caído en la trampa de mi sueño. O que no haya muerto.

No logro detener mi mirada,
continúa presumiendome aquel ánimo pasado que colgué como recordatorio de que tengo una vida pegada.

Angustia.

Atrapado en decadente
celda de hierro
el único escape
correr hacía
aquel espacio lejano

Más me vale
comenzar
si es que
quiero
sobrevivir.

Prometo regresar
en cuanto me importe
volver a escuchar
el embriagante tono
de la voz del engaño.

Creí 
ciegamente
en cada
dulce
palabra.

Al final del día
en insomnio, ansiedad
vómito y desesperación.
Los huracanes callan
un segundo
sólo para un suspiro.

Desperdicio.

A pesar del frío mortal
es demasiado tarde
para mirar atrás
y sentir arrepentimiento.

Debo marcharme
sin dejar rastro.

Dejar atrás el calor
de la hermosa
sonrisa demente
y partir hacia Interzona.

Sólo en aquel lugar
encontraré mi leyenda.

Los eternos atardeceres
en alegres prados 
se terminaron
da, lugar a la nueva
era apocalíptica.

Al final sólo queda
la devastación.