jueves, 4 de octubre de 2018

Eternidad.

Llévame lejos de aquí
puedo ofrecerte mi sangre
y sacrificio, al final
eso es todo lo que tengo.

Larguémonos hacia la última frontera
justo donde la obscuridad es más densa.

Tan lejos como sea posible
Donde las voces nunca más
volverán a cantar.
Y quebrar el sueño.

Más allá del crepúsculo existencial
muy lejos de la vida y la muerte.

Más allá del tiempo
lejos, donde
las garras del olvido
nunca llegarán.

Donde por fin calla el miedo
y el momento deja de saber a muerte.

miércoles, 3 de octubre de 2018

Cobre 5.

Es imposible
evitar enamorarse
de tan exquisita
figura.

Suave
blanca porcelana
de la musa
viviente.

No puedo
atreverme a soñar
con alcanzar
la felicidad.

Lo sé.
Sólo hay un camino
cuando eres
veneno.

Lo siento
siempre seré escoria
pero nunca
me quebraré.

Estoy bien
siempre he estado solo
puedo esperar
siempre.

21:19

Sabes lo que hiciste
Lo sabes.
Deberías suicidarte.
Eso quieres.
Claro, es lo decaes.

Entre calles desiertas
hediondas a pólvora y putrefacción.

Nunca hubo
huna buena razón.
Sólo ansias
de sangre y poder.

No importa la época
siempre es la misma historia.

Al callar la sádica
lujuria
dime que aún queda
espacio
para el día del juicio.

La justa mano del destino
siempre traerá una nueva maldición.

Ni un alma a la vista
silencio.
Sabes que las voces
sepulcrales
nunca callarán.

Las garras de la bestia llegan
justo antes de la ultima campanada

martes, 2 de octubre de 2018

Carmesí.

Puedo sentir la noche
gritando en lucidez
oculta en una que otra
estrella errante.

Quisiera
que la sangre derramada
pudiera
arreglar algo.

Más el sabor del amargo beso 
de la muerte anunciada
no hace más que hundirme
en las aguas turbias.

Maremotos clandestinos
y huracanes prohibidos
cantando
el caos de mi mente.

Apartado.

Podrías verme correr
entre sombras
y obscuras neblinas.
siempre hacia el horizonte.

Sólo para al final
volver a intentarlo.
Sabiendo bien
que el fracaso
es el único destino.

La verdad
no importa el lugar
siempre
me he de desvanecer.

Al amanecer cual huella
de un mal sueño.
Hasta que la lluvia
haga resonar mi nombre
de nuevo.

No me esperes.

Tras largos años
encadenado
a una falsa realidad.
Tantos años ciego
y ya no sé ni quien soy

Renegando para aquel
al quien los afligidos hipócritas
suelen llamar "Dios".

Sólo por haber disfrutado
el ver como las llamas
consumían mi más obscura obsesión.
El final perfecto
para tantas noches de insomnio.

Los desiertos
del nuevo mundo astral
se convirtieron
en mi camino hacia el amanecer.

Mas no antes del atardecer anunciado
cuando despertar no duele tanto.

Confusión.

A horas
de caer
a esta ciudad
donde reina
la imponente
hipocresía.

No me importan las miradas
Sólo los vientos de cambio.

¿Por qué asesinar mi mundo?

Nunca imaginé
a alguien
tan, obsesionado
con este pedazo
de divinidad.

Pero Interzona
no es para todos.