martes, 4 de septiembre de 2018

Conclusión.

Tantos años sometido
pero la locura siempre llega, al final.

Espero, sólo espero.
Me has negado
por tanto tiempo.
pero nunca
nunca me podrás echar.

Cautivo mental
en palacio de mentiras.

Solía arrastrarme
ante tus pies
pero el destino
puso en mis manos
el filo homicida.

Canta euforica
la neurosis vespertina, cariño.

Ha pasado tanto
y sólo queda
el arrepentimiento
de no haber causado
mucho más dolor.

lunes, 3 de septiembre de 2018

Bendecido.

Nunca desaparecerá
mi más preciado recuerdo
el único
que vale la pena mantener.

Tan inconsciente
mirada fija en la cascada cobriza

Perdido
en el resplandor de su mirada
al ocultarse el sol.

Prometo no ser una carga.

Partamos en la hora maldita
para nunca, nunca volver.

He resurgido de las cenizas
una y otra vez
sólo para escuchar
los cánticos de la bruja del este.

Perdido en la inmensidad.

Nada parece real
cuando la magia se presenta.

Puede ver el paraiso
escondido detrás
de la mirada maligna
de la musa turbia.

No quiero despertar.

Sólo grita.

Cual droga mística
de tierra profana
Adictivo sacrificio
ante miradas ciegas.

La ira naciente
siempre encuentra la cura.

Con cadenas y lazos carmesí
otro títere de carne
en tierra inmunda.

Surge la necesidad
sólo la venganza la podrá saciar.

El espíritu del cadejo
toma el control.
Aléjate, corre...
Pues hoy soy libre.

Aullidos lejanos
anuncian las fauces del infierno.

domingo, 2 de septiembre de 2018

Bucle.

Delicados y dulces
los frágiles dedos
que robaron mi aliento.

Su dulce rostro
Me condenó a las profundidades del Averno.

Con aletargada voz
lúgubre y fría.
Llama al demonio que ha nacido
en mi interior.

Un condenado
rumbo a la tierra del filo danzante.

Arrastrarme junto a ti
pálida amante
de muerto mirar.

Soportaré el desgarre
Que la oxidada  guadaña deja a su paso.

Todo por un segundo
solos en silencioso abismo.
Juntos en la danza
que la muerte implica.

Hasta que la vida
y el sol nos vuelvan a reclamar.

Tras el espejo.

Ahora soy
consumido por las arenas
del tiempo perdido
y el enfermizo sol.

¿Puedes tocar el odio?

Desciendes
tras el ojo del huracán
como algún tipo
de estúpido
mesías.

¿Puedes sentir mi llamado?

¿De qué sirve
buscar alguna cura
cuando
ya no me importa
salvarme?

¿Puedes sentir como grito?

En algún obscuro rincón
de mi mente
enferma y trastornada.
Surgé
la extraña ilusión.

¿Puedes sentir el frío de mis manos?

sábado, 1 de septiembre de 2018

Cobre tercero.

Demasiado tiempo
debajo de la tierra
buscando
el fulgor cobrizo.

Halo de esperanza
hacia tiempos mejores.

En algún futuro
no tan lejano.
Poder respirar
libre, como cualquiera.

En la distancia
buscando en el alba

Me he perdido
en este demencial camino
hacia lo único
que me importa.

El tiempo ha pasado
demasiado rápido.

Me pregunto...
¿Llegará el día?
¿Valdrá la pena?
¿Cuanto falta para que te marches?

Y ya no puedo soportar.

El señor destino
ha dictado sentencia
sólo muerte y olvido.

Tras la historia
que al hierro forjó.
Henos aquí
en el vagón decrepito
de la vida absurda.

Tomaste mi alma
mi dignidad.
¿Que más quieres de mi?

Por supuesto que existe
aquel final feliz 
que tanto esperas.
Justo ahí
donde el suicidio te espera.

Ya has quebrantado
mi espíritu
no queda nada más.

Puedes ver lo que queda
sólo 
un montón de carne
esperando
para volver a la tierra.

¿Puedes verme a los ojos
y decir que no es verdad?