Nunca despertar.

Maldigo esta alma
tan rota
tan quebrantada
que dejó de importarme.

En esta crisis de identidad
no sale de mis adentros algo más
que el tiempo y el espacio
me dejen volver
al infierno.

No cesarán las voces
que en mi mente
aúllan.
Al menos no mientras
siga arrastrante
en esta vida puta..

Por siempre jodido.

Es ridículo ver este lugar

el manto sacro

del que brotó mi corrupción.

Mi luz sagrada

ninfa de las aguas purificadoras

gran charlatana.

Perdiste la oportunidad

de salvarme.

Ya no me importa

la "satisfactoria". Redención.

Es hora de la blasfémica

mentira

de los dulces recuerdos

a los que tanto se des suele

adorar.

He asesinado al ángel de los

sueños celestes

y ahora el demonio domina.

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Lamashtu 2.

Reina de las pesadillas

madre de los enfermos mentales

que ante terrores nocturnos

sucumben.

Entre el embriagante carmesí
reímos, los vástagos.

Las garras de la reina infernal

entre las lunas

nuevas y nacientes.

Fuente de la demencia

y aquello a lo que puedo llamar
talento.

Alimenta el alma.

¡Oh! Viento del este
que devora a los inocentes
y conforta a nosotros
los mancillados.

Tras el ritual de los huesos molidos
me siento latir.

Entre los colmillos
de las serpientes que te acompañan
encontraré de nuevo
la virtud.
En tus pecho encontraré
la trascendencia.

Discúlpame.

Por fin lo logré.
¡Oh! Querida
me he deslindado del tiempo
el fulgor
y a lo que se le llama "real".

Aprendí a vivir con locura
y a morir
con el corazón latiendo.

Maté al tiempo
que entre las manecillas
del antiguo reloj
se oculta.

Desecho de este mundo
entre
un poco
de café y miel.

Con el clásico cigarrillo
     ... complementando el paisaje.

Espiral...

El destino
dictó
esta mierda.

¿Por fin soy lo suficientemente bueno?
¿Lo suficiente
para dejar de ser esta toxina?

Después de una noche estúpida

debajo de la tela

que separan al desdén.

Escucho

el agudo sonido
del lloriquear
de las noches nostálgicas.

Absurdamente
enmascaradas con algo
de magia pútrida.

Entregado.

Ahora  

que las manos del demonio

son mi única guía.

        Ahora

 que las

     vivoras

asechan.

Al fin a merced

del futuro prometedor.

    Clandestinamente

      me atrovo

    a rosar

 el sueño.

Rezo, ante los señores

del Averno.

Un mejor 

       camino.

Cretino.

El viento ha quemado

la poca carne que me quedaba.

Podría ser un poco peor.

Los monstruos del Averno

azotan látigos de hueso podríado

pero eso ya ha dejado de doler.

No hay nada más patetico

que lamer

viejas

heridas.

No le debería sorprender a nadie

hasta en eso he fallado.

Sólo queda

mirar la pared

esperando a que algo cambie.

Lo demás es inutil.