Máscara.

Lengua sanguinaria
millares de dientes
la dama de cerámica espera.

No es tan malo
acostumbrarse a la muerte es sencillo.

Susurra miedos y temores
implanta terror nocturno
un delicioso virus sabor carmesí.

Ignora los latidos residuales
la vida suele engañar.

Escuche miles de maldiciones
predijo mi fatídico destino
enmascarando en bella pocelana.

Ignora la simulación de vida
estamos en sus manos.

Tinta.

¿Que haces?
Hombre misterioso y lisiado
de cara tétrica y repugnante.

La gente como nosotros
       simplemente no debe soñar.

Los limites no existem
tampoco la satisfacción
¿Tienes algún remedio?

Hacer callar las voces internas
        mis recuerdos bastardos.

Se aproxima.

Tener algo de suerte apesta

Es difícil ser sombra viviente, amiga mía
demonios ahogan mis sentidos
es difícil respirar
sangran tejidos.

Tras otro trago envenenado.

El tacto se torna frió
no veo mi aliento helado.
Pronto llegará
lo sé...

...escapa.

He dado la espalda a la vida
mi cruzada de odio
por fin vive.
No puedo escapar.

Estruja mis huesos.

El aire falta
debo decir:
"Nos vemos en el infierno"

Algún día.

Nunca imaginé ver la luna triste
deja atrás las risas
los días felices
el mundo
ya no hay razones para sentir.

La tercer catastrofe
la más temida
terminó con la poca alma que tenía.

No significa mucho, es hora de regresar
los escombros hablan, invitan al sueño
mantas de lluvia
cojín etílico.

La risa volverá tras el verano
el muerto recuerdo
sigue
razga la herida.

Sólo un poco más
respiros
sudor
lamentos
todo pasará...

Amanecer etéreo.

Aparece la cruenta luz del sol
siempre tan inesperada
maldecida e inoportuna.
¡A la mierda el despertar!

Como el místico
       hombre sin vida
           consumido.

Somnolencia salvadora
olvida los tesoros del mañana
la vida apesta.

Al terminar la semana
se ha perdido la fascinación
el anhelo tan ansiado.
La noche vuelve.

Es hora de volver a soñar.

Soñador imbecil.

Sujeta fuerte
estos harapos son lo único que queda
tan desquebrajados
frágiles hilos decrépitos.

La invisible placenta
división entre la vida y la locura
tan frágil...
tan, invisible.

He venido desde tierra de nadie
perdona mi falta de modales
he crecido junto dementes enfermos
y poetas desquiciados.

No he olvidado el susurro
imploraba recuerdo y anhelo...
¿No son ridículas las promesas?
La putrefación es lo mio.

No tengo idea del ayer
no imporrta
la vida corta termina
y todo vuelve a comenzar.

Guardo mis lamentos.

Toma la esencia de la putrefacción
no es nada malo
cuando de por sí ya estás condenado
y el miedo crece.

Abrir los ojos...
A veces necesario, otras meramente masoquista.
¿Esto es todo?
La juventud debe irse.

Este invierno o primavera ha muerto
el sol desaparece.
Las hojas caen entre los caóticos cielos
lentas caídas al vacío.

¡Los cánticos fúnebres al fin!
Morir no es tan malo, nadie molesta
las voces callan
y sólo queda...