martes, 9 de agosto de 2016

Ssshhh…

Conozco a una rana azul
que con su lengua hace algo
un tanto raro, poco común…
La usa como cuerda de bajo.

Todas las noches practica
con una hermosa melodía.
Lo que me hace dormir
o me haría dormir mejor…
si no lo hiciera en mi cara.

Al despertar se ha ido,
a un estanque u otro concierto.
me gustaría verla tocar
junto a las demás ranas…
¿Por qué no puedo?

A veces me platica sobre su vida
y me dice que es secreta…
¡Mierda!


Alucines nocturnos


El ronquido espeluznante,
algún terror nocturno.
Una pendeja sombra
acosa desde afuera.
¡Que algo la detenga!

Siento mis palmas frías
un frío doloroso…
Quisiera llevarlas al fuego.

Un ángel me visita
cada noche, y es hartante.
Estruja mi pasado
hasta sacarle todo el sabor
a dolor y arrepentimiento.
¿Puede que sea un demonio?

¡Hey! No pretendas
consolarme, con una mirada.
¿Por qué no curas mis heridas?

Tengo un nuevo malestar
y no una cura, un calmante.
En un espiral o remolino
se va mi vómito.

Deseo descender junto con él.

Siendo honesto

Quiero predicar
sin dejar de ser honesto,
decir que la vida es bella
y no tener remordimiento.

¿Puedo contagiar…
un poco de mis ideas?

Al final solo soy pendejo

como un lindo entretenimiento.

El final

No lo aceptaré, debo vivir
aunque sea una última noche,
para decir adiós, para gritar.

Ooooh mierda,
me persigue noooo.

Con las manos sucias y negras.
No lo aceptaré debo caminar
para ver el atardecer.

Ooooh mierda,
me persigue noooo.

Que la muerte me perdone
es una lástima dejarla…
esperando.

Ooooh mierda,
me persigue noooo.

Mi leyenda está incompleta
con mi último aliento, la terminaré
¡Aunque no pueda!

Ooooh mierda,
me persigue noooo.


Razonablemente estúpido.

Tatatata, tatatata.
Tatatata, tatatata.

El hermoso verde,
no debería ser sinónimo de guerra.
Las armas…
desearía que sólo fueran de juguete.

Tatatata, tatatata.
Tatatata, tatatata.

Ni el honor, ni la riqueza, ni la religión,
deberían ser causa de masacres.
Las ideas son para unir gente
y no para crear murallas.

Tatatata, tatatata.
Tatatata, tatatata.

Los hongos sólo deben estar en árboles
y no elevarse hasta el cielo
dejando atrás terror.
¡La bomba “N” tiene que ser un mito!

Tatatata, tatatata.
Tatatata, tatatata.

Se supone que la muerte
es la que debe quitarnos la vida.
Nosotros somos seres estúpidos…
estúpidos y racionales.


Corriendo a la eternidad

Llévame lejos de aquí
Tomemos un gran tren,
Vayamos a las montañas
A esas que parecen limpias.

Las almas se unen, al atardecer,
Buscando el refugio de un calor mutuo.
Somos vagabundos sin nada que perder.

Pondré una canción de la bruja
Mientras vemos el atardecer,
Acostados en la hierba
Y rodeados por insectos enanos.

Sabes, el universo es grande
Es por eso que siempre estoy detraído.
¿Me permitirías decirte que el viento
Es hermoso si estás a mi lado?

Las almas se unen, al atardecer,
Buscando el refugio de un calor mutuo.
Somos vagabundos sin nada que perder.

Las tardes de lluvia gélida
Se vuelven cálidas con tu resplandor,
Mi amada musa, no te apartes,
Quédate aquí donde pueda cuidarte.

Almas se unen, al atardecer,
Buscando el refugio de un calor mutuo.

Somos vagabundos sin nada que perder.

Llorando en México- Puebla

Sentado en el borde de la vida,
así lo vi aquella vez…
Preguntándose donde quedó su valor,
si le temía a la vida
no lo sabré.

Desde la carretera, lo vi,
Me detengo un segundo, desaparece.

Quiso detener su canción
demasiado pronto y sin voltear atrás.
Los sinsabores de la vida
ya eran sus amigos más constantes
y aun así los seguía odiando.

Desde la carretera, lo vi,
Me detengo un segundo, desaparece.

Entre carcajadas y palabras estúpidas
lo logre ver más disuelto, borroso
y moribundo…
El no debió haberse ido
si sólo fue culpable de su adicción.

Desde la carretera, lo vi,

Me detengo un segundo, desaparece.