de la diosa obscura
ha marcado mi nombre.
Esperaré
por su expiación.
Eterna ilusión
de este soñador errante
perdido en pesadillas
y terrores nocturnos.
Eres templo
de nadie y mío.
Una vez hallas
sido abandonada
encontrarás el camino
de vuelta a casa.
Comprenderás entonces
el dolor viviente.
Al final seguimos
siendo la misma
pila de mierda
de siempre.
Al menos
en el fondo.
Acepté mi condena
sin remordimiento alguno
ni tampoco algo
a lo cual aferrarme.
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