como lluvia vespertina
en fúnebre día gris.
Ojos negros cual noche
y una herida delicada
era tu sonrisa carmesí.
Mi rusalka, desde el comienzo
no has sido más que añoro
adoración y desespero.
Me tomaste de la mano
esperando que pudiera seguirte
pero ya estoy lisiado.
Los sueños se apagaron
para dejarme olvidado
en el profundo abismo.
Esperando el momento
en que vuelvas a mostrarme
como volver a ser feliz.
debajo de las aguas
la asfixia me libera
de esta mundo.
Un pantano oculto
esconde la entrada
a la tierra prometida.
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