sábado, 11 de abril de 2020

Un alma rota.

La noche se ha ido
dejando atrás de si
una nube negra.

Que frenéticamente
dejaba caer desechos
de tiempos mejores
 tragedias incandescentes.

Una soga al cuello
es mi único destino
o bueno, al menos.
El único que importa.

Pues estoy marcado
con el estigma
de esta historia sin fin.

No necesito una cura
así como tampoco necesito
que una nueva visión
me sea impuesta.

Nunca me entregaré
a tu ridículo dogma
lleno de caras sonrientes.

No me importa
lo que pueda pasar
sólo necesito
despejar las estrellas.

Para volver a encontrarme
a solas con el abismo
que reclama mi alma.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario