miércoles, 23 de octubre de 2019

La fuerza del odio.

Avivado por el cielo nocturno
y demasiado débil
como para resistir el impacto
del resplandor negligente.

Convirtiendo mi mente
en un tumor maligno.

Al encontrarme
frente a frente con una época
completamente distinta
y un mundo al cual
yo no podría pertenecer.

Intenté encontrar un propósito
pero sólo hay decepción.

Sentí a mi espíritu
retorcerse ante la presencia
de tantas luces y sonidos.
Mi corazón explotaba
con cada exaltado latido.

Mi pecho retumba
y mis órganos gritan.

Siempre me he visto
profundamente tentado
por la inmensidad del vacío
y las sombras eternas.

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