Nunca
seré un santo
para la divinidad ridícula
pero si me das un momento.
Podré resplandecer.
Al menos
puedo decir que
lo intenté.
Me siento
tan viejo y enfermo
como para permitirme
sentir cualquier cosa.
Parece
tan cruel pero
de cierto modo comprensible
decir adiós y jamás
volver.
Pero he aprendido
que nada vale la pena
si no te encuentras a mi lado.
Pedir perdón
es perder el tiempo.
Una condena mortal.
Nunca he confiado
en la mirada
de la luna.
No es momento
para cuestionarse
mis acciones.
Debo continuar.
seré un santo
para la divinidad ridícula
pero si me das un momento.
Podré resplandecer.
Al menos
puedo decir que
lo intenté.
Me siento
tan viejo y enfermo
como para permitirme
sentir cualquier cosa.
Parece
tan cruel pero
de cierto modo comprensible
decir adiós y jamás
volver.
Pero he aprendido
que nada vale la pena
si no te encuentras a mi lado.
Pedir perdón
es perder el tiempo.
Una condena mortal.
Nunca he confiado
en la mirada
de la luna.
No es momento
para cuestionarse
mis acciones.
Debo continuar.
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