jueves, 17 de octubre de 2019

63:60

Nunca
seré un santo
para la divinidad ridícula
pero si me das un momento.
Podré resplandecer.

Al menos
puedo decir que
lo intenté.

Me siento
tan viejo y enfermo
como para permitirme
sentir cualquier cosa.

Parece
tan cruel pero
de cierto modo comprensible
decir adiós y jamás
volver.

Pero he aprendido
que nada vale la pena
si no te encuentras a mi lado.

Pedir perdón
es perder el tiempo.
Una condena mortal.

Nunca he confiado
en la mirada
de la luna.

No es momento
para cuestionarse
mis acciones.

Debo continuar.

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