Ahora que veo
la decadencia en tu mirar
y aquella maldición
del abismo eterno
impregnada en ti.
Han llegado
espectros iracundo
deseosos de atormentar
al silencio.
Siempre quise
verte caer
y nunca me cansaré
de hacerlo.
¿Qué puedo decir?
Un simple testigo
indispuesto a hablar
o incluso
a intervenir.
Pues sólo me basta
con verte perder
cualquier rastro
de cordura.
la decadencia en tu mirar
y aquella maldición
del abismo eterno
impregnada en ti.
Han llegado
espectros iracundo
deseosos de atormentar
al silencio.
Siempre quise
verte caer
y nunca me cansaré
de hacerlo.
¿Qué puedo decir?
Un simple testigo
indispuesto a hablar
o incluso
a intervenir.
Pues sólo me basta
con verte perder
cualquier rastro
de cordura.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario