jueves, 20 de noviembre de 2014

Traficantes

Con diez mil pesos
Se compra la entrada
Al paraíso
¿A dónde más?
¿No me lo crees?
Pregúntale a su santidad.

El dinero compra la redención
y el asesino pobre
sólo merece el infierno.

Se vende fe y esperanza
como si fueran chicles,
sólo que un poco más caros.
Es un buen negocio, ¿no crees?
Qué narco ni qué nada
para qué traficar drogas
si puedes lucrar con fe y esperanza.

Desde un bautizo, boda
o incluso un funeral.
No hay respeto al ser humano
ya que son su rebaño,
en serio…
es el placebo perfecto.

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